La educación ambiental es un proceso que les permite a las personas investigar sobre temas ambientales, comprometerse en la resolución de problemas y tomar medidas para mejorar el medio ambiente. Como resultado, los individuos alcanzan un entendimiento más real de la naturaleza y tienen las herramientas para tomar decisiones responsables, resolver problemas y tomar decisiones.
El 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, que tuvo su origen en 1975, año en que se celebró en Belgrado, El Seminario Internacional de Educación Ambiental. Un propósito fundamental de lograr que tanto los individuos como la colectividad comprendan la naturaleza compleja del ambiente resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc. La educación ambiental es un proceso continuo que promueve la sostenibilidad como proyecto social, entendiendo que esto implica un desarrollo con justicia social, distribución de la riqueza, preservación y conservación de la naturaleza, igualdad de género y protección de la salud.
La educación ambiental promueve al conocimiento de la relación ser humano y ambiente, buscando lograr un cambio de actitud que induzca la toma de conciencia para la conservación ambiental, la adaptación al cambio climático y mejorar la calidad de vida de una forma sostenible.
La contaminación, la pérdida de la biodiversidad, la desertificación y el cambio climático, son sólo algunas de las consecuencias de una inadecuada o incluso inexistente educación ambiental. Cerrar el grifo mientras te lavas los dientes, bañarte en 5 minutos, son pequeñas acciones que ayudan a ahorrarla. Es importante separar los residuos en distintos botes: orgánica, vidrio, cartón, plásticos y desechos tóxicos; por tu salud, cuida tu entorno.
La dependencia energética del país, cuya política económica favorece la explotación de sus recursos naturales, nos ha llevado a cuestionar si realmente hay una voluntad política, ética y técnica en favor del cuidado y protección de la Naturaleza; las ideas desarrollistas y de crecimiento económico lideraron por décadas los argumentos de la creación de políticas y leyes ambientales. Sin embargo, la capacidad de comprensión y articulación de las normativas y prácticas ambientales, debe darse a la luz de un modelo de educación ambiental que permita a la ciudadanía ser un agente de cambio y resguardo por una idea de naturaleza justa, equilibrada y que valore todas las formas de vida en igual condición de importancia.
Lo primero que consideramos al intentar una respuesta es un ejercicio reflexivo sobre el rol de la Educación Ambiental en las políticas públicas y en el desarrollo de las comunidades y territorios de todo el país. Pensamos que la posición jurídica que el Estado ecuatoriano tiene sobre la educación ambiental es sólida y cumple con los atributos de una definición completa y explícita para la ciudadanía orientado como un proceso permanente de carácter interdisciplinario destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valores, aclare conceptos y desarrolle las habilidades necesarias para una convivencia armónica entre seres humanos, su cultura y su medio físico.