Los paisajes costeros en Ecuador presentan una imagen única: hileras de árboles con raíces y ramas retorcidas, semisumergidas en playas, desembocaduras de ríos y lagunas. Este ecosistema, conocido como manglar, es mucho más que una simple postal costera.
Los manglares son árboles adaptables que prosperan tanto en agua dulce como en agua salada, y han evolucionado para sobrevivir en condiciones de inundación. A nivel global, ocupan 15.2 millones de hectáreas en 123 países, representando menos del 1% de los bosques tropicales del mundo y menos del 0.4% de todos los bosques, pero desempeñan un papel crucial como pulmones del planeta.
Los bosques de manglares son vitales para numerosas especies y para las comunidades costeras, especialmente en América Latina y el Caribe. Brasil y México son dos de los cinco países con la mayor extensión de manglares en la región, según el Banco Mundial.
De acuerdo con datos del Ministerio del Ambiente, en Ecuador continental existen 157.201.90 hectáreas de manglar, de las cuales 74.860.51 están protegidas por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador.
El ecosistema manglar juega un papel importante en la protección y supervivencia del planeta. Carlos Larrea, experto en temas climáticos,sostiene que los manglares ayudan a proteger a la población de diversas problemáticas, sobre todo a lo relacionado con el Fenómeno de El Niño.
¿Por qué son importantes los manglares?
Señala que actúan como barreras naturales contra la erosión costera y las inundaciones. Sus raíces extensas y sus densos sistemas de ramas ayudan a reducir el impacto de las olas, protegiendo las comunidades y las infraestructuras humanas de inundaciones y daños severos, dice Larrea.
Además, son importantes para la biodiversidad. Estos bosques albergan una increíble diversidad de vida silvestre, incluidas especies raras y en peligro de extinción. Son hogar de peces, crustáceos, aves migratorias, mamíferos y una variedad de especies vegetales.
El experto asegura que los manglares también sirven como viveros naturales para peces y crustáceos juveniles, contribuyendo a la sostenibilidad de la pesca.
Asimismo, contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático. Son sumideros de carbono altamente eficientes, almacenando grandes cantidades de carbono en sus suelos y biomasa. Esto ayuda a reducir los efectos de gas invernadero en la atmósfera.
Larrea agrega que los manglares filtran y purifican el agua. Con esto se mantiene la calidad del agua en los ecosistemas costeros. Absorben nutrientes en exceso y contaminantes, lo que mantiene el equilibrio ecológico y la salud de los ecosistemas marino.
A pesar de su importancia, los manglares están siendo amenazados en todo el mundo debido a la urbanización costera. Justo el martes 7 de mayo del 2024, se desató una polémica luego de que salió a luz la intención de construir un proyecto inmobiliario en el Esterillo Oloncito, una zona protegida de manglares y algarrobos en Ecuador.
El 70% de los manglares de Ecuador desapareció en las últimas décadas, según cifras registradas por el Banco Central. En la región el panorama es similar: se ha perdido un 25% y un 70% de la cobertura de manglar, según una investigación de Instituto de Ecología de México
FUENTE: Teleamazonas