La amenaza principal de la biodiversidad es la destrucción del hábitat. La deforestación, la urbanización y la contaminación están destruyendo los hábitats naturales de las plantas y los animales, lo que les obliga a desplazarse o a extinguirse. La acción humana tiene un impacto devastador en el medio ambiente y este impacto está poniendo en peligro la biodiversidad del planeta. Otra amenaza es la contaminación; los productos químicos tóxicos, los residuos y los gases de efecto invernadero están contaminando los océanos, los ríos, el aire y el suelo, lo que perjudica a la salud de las plantas y los animales.
El cambio climático también es una amenaza para la biodiversidad; el aumento de las temperaturas, el aumento del nivel del mar y los cambios en los patrones climáticos están alterando los ecosistemas naturales, lo que dificulta a las plantas y los animales adaptarse. Como resultado de estas amenazas, se están extinguiendo las especies a un ritmo sin precedentes.
La extinción de especies es una pérdida irreversible para el planeta. Las variedades extintas ya no están disponibles para proporcionarnos alimentos, medicinas, materiales y otros recursos. Por tal razón es necesario, ayudar a regular el clima, los ciclos de nutrientes y la dispersión de semillas. Si no tomamos medidas para proteger el medio ambiente, corremos el riesgo de perder una gran parte de la biodiversidad del planeta. La humanidad ha causado, a través de la contaminación del ambiente y la biosfera, la pérdida irreversible de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobreestimación de la tecnología. Es necesario revertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una acción de compromiso internacional.
Aquí hay algunas acciones que podemos hacer para ayudar a proteger el ambiente y la biodiversidad: Reducir nuestro consumo de energía y recursos. Consumir productos locales y de temporada. Reciclar y compostar. Apoyar las empresas que son respetuosas con el ambiente. Educar sobre la importancia de la conservación.
Todos podemos desempeñar un papel en la protección del árbol de la vida. Al tomar medidas para proteger el ambiente, podemos ayudar a asegurar un futuro más sostenible para nuestro planeta. No miremos indiferentes el daño causado a nuestra única casa; para lo cual podemos plantar árboles, reverdecer nuestras ciudades, añadir vida silvestre a nuestros jardines, cambiar nuestra dieta y limpiar ríos y costas.
Somos una generación que puede estar en armonía con la naturaleza. Esta es nuestra última oportunidad para cambiar de rumbo: evitar el desastre climático, frenar la creciente ola de contaminación con desechos y detener la pérdida de biodiversidad. Podemos proteger lo que queda y restaurar lo que ha sido destruido. Sembremos plantas nativas que soporten las sequias en nuestras lomas secas que se encuentran abandonadas; nuestra provincia esta devastada de vegetación por descuido, es hora de pensar que la vegetación es la única que nos brinda oxigeno puro, recursos y belleza a nuestro entorno.