La mayoría de las personas no estamos informados de los que significa comer alimentos que no son convenientes para nuestro organismo y con mucha razón han calificado de comida chatarra, a la que tienen preferencia de manera especial los niños a quienes más perjudica este tipo de comidas, quienes necesitan formar y desarrollar órganos como el cerebro. La población ya conoce que la comida chatarra es causante de sobrepeso, obesidad y muchas consecuencias para la salud.
Uno de los mayores riesgos es la afectación a la memoria especialmente en los primeros años de vida, que son cruciales para el aprendizaje y desarrollo de los niños; el abuso de la comida chatarra puede provocar menos capacidad de atención, deterioro de la memoria y mal humor, según datos estadísticos de organismos internacionales.
Un alto porcentaje de niños padecen riesgos de depresión si consumen este tipo de comida en su alimentación diaria, por cuanto los alimentos demasiado procesados tienen exceso de grasa trans que alteran la composición de los microorganismos buenos del intestino, situación que altera también el estado emocional.
Todos conocemos que los niños en forma natural poseen mucha energía, sin embargo, esta comida inadecuada pero muy vistosa hace decaer esa energía provocando debilidad y fatiga que se puede volver crónica.
La comida inadecuada también puede ser causante de problemas digestivos graves, debido al exceso de aceite con que se prepara, y que dispara la producción de ácido en el estómago. Esto agrava el reflujo, por lo que la falta de fibra facilita la aparición de afecciones, estreñimiento y hemorroides.
Las enfermedades cardiovasculares no pueden faltar; aunque estas se asocian con la edad, esta comida puede ser causante de estas enfermedades en niños, debido a que aumenta los niveles de triglicéridos y colesterol malo. En sí la enorme cantidad de grasas trans y saturadas, más los elevados niveles de azúcar y sal provocan en la sangre lesione de los revestimientos en los vasos sanguíneos.
Las sales procesadas aumentan la secreción de enzimas, que afectan el balance de sodio y potasio en el organismo, generando hipertensión y un mal filtrado de toxinas, debido al daño ocasionado a los riñones.
Ahora que ya sabemos estos daños, seguramente pensaremos dos veces antes de ofrecerle a un niño una gaseosa, un dulce o cualquier alimento o bebida demasiado procesados. La alimentación saludable no es una moda, debe ser la norma en la vida diaria de nuestros niños para evitar problemas presentes y futuros en su salud física y mental.
Nuestro país dispone de una enorme variedad de alimentos sanos y nutritivos, como granos íntegros, tubérculos de alta calidad, hortalizas frescas, legumbres, incontables variedades de frutas, leche que es un alimento completo, pero ya no se consume. Todo este surtido de alimentos a precios razonables; sin embargo, somos un país con la más alta taza de desnutrición infantil.