1. Breve reseña histórica
Cuando nuestro País, hoy llamado Ecuador, inicia su vida republicana los grandes terratenientes se van ubicando a lo largo de la región interandina, ocupando tierras altamente productivas y al mismo tiempo se busca mano de obra, con sueldos irrisorios, a este grupo se suman numerosos indígenas y campesinos para trabajar en las haciendas, en sus inicios cultivando grandes extensiones de papas, cebada, trigo y también crianza de ganado vacuno y lanar.
Este sistema de hacienda permaneció por muchos años en nuestro País, los verdaderos dueños muy pocas veces llegan a sus haciendas, están administrados por terceras personas que ejercen un verdadero dominio sobre la “gente de hacienda” con un trato muchas veces cruel, pero sumiso a las disposiciones del dueño de hacienda. Otro de los instrumentos de dominio y explotación están también los “huasipungos” pequeñas parcelas que el hacendado daba o entregaba a los
familiares de los trabajadores de hacienda, para que pueda sobrevivir y tenga acceso al agua, a la leña y también al pastoreo de ovejas, pero en muy pequeñas cantidades, estos terrenos estaban ubicados lejos de la hacienda y no tan aptos para el cultivo. Los huasipungueros debían realizar
las famosas “faenas” los días domingos o lunes, que consistían realizar trabajos en la hacienda de forma gratuita.
Es importante señalar en este proceso del sistema hacendatario, el inicio de grandes luchas por la tenencia de la tierra, con la creación de la FEI (federación ecuatoriana de indios) liderado por Dolores Cacuango y otros dirigentes indígenas y campesino por los años 1940, en la zona de
Pesillo-Cayambe y otros lugares de la Sierra ecuatoriana y más tarde el Estado empieza con la famosa reforma agraria (1964) que no favoreció casi en nada a los campesinos e indígenas de nuestras zonas rurales. La presencia de Mons. Leonidas Proaño en Chimborazo quien entrego tierras de la Iglesia a las comunidades indígenas, con el sistema de cooperativas agrícolas de manera gratuita y en otros lugares la Iglesia ayudo a comprar tierras con el apoyo y asesoramiento del FEPP y CESA (central ecuatoriana de servicios agrícolas) pero no podemos olvidar que todavía el 32% de las mejores tierras siguen en manos de los mismos terratenientes, aunque la
constitución del 2008 en su art. 282 habla sobre el uso y acceso a la tierra y manejo del agua
2. Las haciendas centros de doctrina y no de evangelización
Es el tema más complejo pero que nos invita a realizar una profunda y seria reflexión, no podemos olvidar que, en todas las haciendas, sobre todo en los sectores rurales, tienen como patrono a un santo de mayor incidencia en la fe o religiosidad del hacendado y de su círculo familiar, como hacienda S. Nicolás, S. Isidro, S. Francisco, hacienda nuestra Señora de la Merced, etc.
Indudablemente fue un sistema de dominio espiritual y religioso, porque se obligaba a realizar grandes fiestas al patrono de la hacienda, el prioste quedaba endeudado por mucho tiempo con
el patrón de la hacienda, porque le había prestado quintales de papas, cebada y dinero para los gastos de la fiesta. En muchas haciendas hasta el día de hoy encontramos capillas con su respectiva imagen patronal, estos lugares servían para impartir doctrina a la gente de la hacienda, incluso algunos viernes de cuaresma se realizaban confesiones, con el cura párroco del lugar.
Es bueno hacer memoria de esta realidad que hemos vivido en nuestros pueblos, pero que lamentablemente sigue todavía en el subconsciente de nuestra gente, el aspecto religioso difícilmente se puede borrar, está muy marcado sobre todo en la gente sencilla, por eso es muy necesario realizar una verdadera y auténtica evangelización de la religiosidad popular, sin menospreciar sus simbologías, su ritualidad, sus contenidos de fe de nuestro pueblo, en esta misma línea nos orienta del documento de Aparecida:
“El Santo Padre destacó la “rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos” y la presentó como el “precioso tesoro de la Iglesia Católica en América Latina” Invitó a promoverla. Esta manera de expresar la fe está presente de diversas formas en todos
los sectores sociales, en una multitud que merece nuestro respeto y cariño, porque su piedad “refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer” la religión del pueblo
latinoamericano es expresión de la fe católica. “Es un catolicismo popular” profundamente inculturado, que contiene la dimensión más valiosa de la cultura latinoamericana cfr. DA 258-261
3. Orientaciones pastorales
Ante la situación compleja y dolorosa que está viviendo el pueblo y las comunidades de nuestra querida Parroquia S. Buenaventura de Pujilí y siguiendo también la orientación pastoral de nuestro
Obispo Mons. Geovanni Paz y quienes hacemos el equipo pastoral, seglares comprometidos y el pueblo de Dios, nos comprometemos:
a) La Iglesia por esencia es misionera, servidora y sobre todo profética, por lo tanto seguiremos acompañando a nuestro pueblo, en sus alegrías, en sus esperanzas y también en sus sufrimientos, en su búsqueda diaria del Dios de la vida, que no solamente está en la imagen de un niño, aunque tenga su valor cultural, artístico e histórico, debemos buscar al Niño-Dios, en aquel niño lustrabotas, en el niño que ha perdido a sus padres y está creciendo con sus abuelitos y que su desayuno para ir a la escuela, es una pequeña taza de agua de panela con un pan, en nuestra Diócesis, sobre todo en la Parroquia rural de Guangaje, 4 de 5 niños sufren desnutrición crónica.
b) Más que impartir doctrina, hablaremos del proyecto de Jesús, que es el Reino de Dios y su justicia, más que de religión hablaremos de espiritualidad que se relaciona más con la vida, con la armonía entre Dios, el hombre y la creación, acercándonos más a las periferias
físicas y existenciales, como nos está invitando el Papa Francisco cfr. E.G. 20.
c) El dinero, convertido en ídolo absoluto, es para Jesús el gran enemigo del proyecto humanizador de Dios. De ahí su grito provocativo “no podéis servir a Dios y al dinero” Lc. 16, 13. Muchos hermanos, sobre todo del sector rural y de diferentes lugares del País, van depositando sus “limosnas” privándose muchas veces de adquirir un par de zapatos,
vestido o alimentación, nos preguntamos muchas veces, ¿será que el Niño-Dios necesita, ¿dinero, ropa, regalos? ¿o estará más contento cuando damos de comer al hambriento, hospedaje al peregrino, cuando visitamos a los enfermos o encarcelados? Mt. 25, 34-38.
d) Estamos seguros que quienes hacemos el equipo pastoral, seglares comprometido con la causa de Jesús, seguiremos acompañando a nuestro pueblo con profundo cariño y paciencia, porque el encuentro con Jesús Vivo nos tiene que cambiar: “luego regresaron a su país por otro camino, porque se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes” Mt. 2,12. Es el camino de la conversión, de la esperanza, de la solidaridad, de
la unidad y de la fraternidad.
e) Fortaleciendo la reflexión en las comunidades indígenas, centro parroquial, zonas pastorales, en la catequesis, con nuestros niños, jóvenes y catequistas. Haciendo de las novenas de Navidad un tiempo especial de evangelización, sobre todo de un Jesús-Niño encarnado en la realidad de nuestros pueblos.