Quien creyera que hasta hace pocos años el mundo pensaba que los recursos naturales eran inagotables y gastamos sin medida: petróleo, madera, carbón, cuando de pronto se advierte en el planeta cambios climáticos que trajo escases, hambre, miseria enfermedad y muerte. Con el mal uso de los recursos energéticos se alteraron algunos patrones cíclicos naturales, en su desesperación muchas instituciones mundiales para frenar este despilfarro, fijan el 5 de marzo Día de la Eficiencia Energética y otras relacionadas con la Naturaleza, que llevó a reflexionar sobre el mal uso que le damos a la energía, y actuar racionalmente.
La eficiencia y la calidad energética se plantean como una de las políticas de freno para el cambio climático y la consecución de sociedades sostenibles, junto con el desarrollo de energías renovables y una política de transporte menos agresiva con el medio. Ello no implica renunciar a la calidad de vida, sino la obtención de los mismos bienes y servicios energéticos empleando para esta actividad menos recursos; esto se consigue con la mejora de los procesos, energías alternativas, el reciclaje, la utilización de productos menos contaminantes y un consumo inteligente, es decir, utilizar solo aquella energía que realmente necesitemos.
El clima del planeta depende de algunos factores entre otros la interacción de lagos, ríos, mares, masas de hielo, vegetación y los organismos vivos; pero lo más importante la actividad humana, que es directamente la causante del efecto invernadero que ha modificado el clima de la tierra.
Para superar estos inconvenientes es necesario la utilización de la energía, de tal manera que no se alteren mayormente los procesos naturales que afectan al clima y para ello debemos: Aprovechar la luz natural, Apagar las luces artificiales que no se están utilizando; optar por bombillas de bajo consumo o tubos fluorescentes; instalar sensores de movimiento en áreas comunales, para que las luces se mantengan apagadas cuando no transiten personas; no introducir alimentos calientes en el refrigerador; comprar electrodomésticos con tecnología avanzada que ahorran energía; priorizar el transporte público masivo; compartir el coche con más personas; caminar o utilizar la bicicleta para los desplazamientos en distancias cortas.
La eficiencia y calidad energética, agrupa acciones que se toman sin sacrificar el bienestar ni la producción, logrando además ahorros tanto en el consumo de energía como en la economía de la población en general.[F]
Por: Luis Reinoso G.