La situación climática actual ha causado graves problemas a nuestra agricultura, al punto que el trabajador del campo ha sufrido el mayor descalabro de su vida, cuando sus productos que trasladan a la feria con gran dificultad, los precios no corresponden al gran esfuerzo y sacrificio que realiza desde la madrugada hasta altas horas de la noche; así la venta de una mula de alfalfa está a 3 dólares, un quintal de papas a 2 dólares, una carga de caña y hoja de maíz a un dólar, de manera que estos precios nunca cubrirán los gastos de inversión que realizó en preparación del terreno, fertilizantes, control de plagas, deshierbas, cosecha, mano de obra. Pero que hacer en esta situación, el agricultor necesita: apoyo, asesoramiento de los organismos que si existen para el efecto, como el MAGAP, los organismos cantonales, provinciales, el Centro Agrícola, las ONGs, éstas últimas que prestaban gran asistencia técnica a las comunidades rurales y campesinas, pero fueron expulsadas y perseguidas aduciendo que están desorientando a las comunidades, sobre la protección de los ecosistemas, la biodiversidad, el mal uso de la minería, la defensa del agua, etc.
Los organismos mencionados deben asesorar al campo para que las siembras sean programadas y planificadas, porque cuando están los productos a precios altos, todos siembran ese producto, y cuando está el precio bajo nadie siembra ese producto y se producen los desfases, exceso del producto, precios bajos, escases, precios muy altos. Pero en caso de alta productividad, apoyar para que se industrialice el producto, como ejemplo los pastos y material vegetal que abundan en la temporada de lluvias, recoger y preparar forraje seco y otros alimentos para proporcionar a los animales en la temporada de sequía, para evitar que los agricultores al no tener alimento para sus animales les venden con el dolor del alma a precios infinitamente bajos.
Para salvar esta penuria en la producción del pequeño y mediano agricultor los organismos mencionados deben asistir al campesino con capacitación, planificación, uso racional de la tierra y el agua, estimular las prácticas de conservación que protejan los recursos naturales esenciales para un sistema agrícola, uso apropiado de insumos, exigir políticas de comercialización y de precios, se estimule una protección apropiada de los sistemas agroecológicos. Impulsar el crecimiento y reducir la pobreza, el desarrollo agrícola debe tener una base amplia, con industrias rurales de pequeña y media escala. [F]
Por Dr. Luis Reinoso