En el régimen Costa-Galápagos, 1 129 planteles unidocentes enfrentan el desafío de contar con un solo profesor para atender a alumnos de todos los grados. Esta metodología, cuestionada por padres y expertos, plantea interrogantes sobre su eficacia educativa.
En lugares como la zona rural de Salitre, Guayas, la Escuela Fiscal Atahualpa es un ejemplo de esta realidad. Con un solo salón de clases, una docente se encarga de impartir clases a estudiantes de primero a séptimo de básica. El acceso a la educación se ve afectado por la distancia y el mal estado de las vías, lo que dificulta aún más la situación.
Para padres como Bélgica Pacheco y Jhon Burgos, esta situación plantea preocupaciones sobre la calidad educativa que reciben sus hijos.
Este sistema, parte del modelo educativo UBP, busca maximizar recursos en áreas rurales. Sin embargo, ¿es realmente efectivo?
Juan Carlos Rodríguez, integrante de Corpeducar, destaca los desafíos que enfrentan los docentes en estas condiciones, donde la creatividad y la adaptabilidad son clave para el aprendizaje.
FUENTE: Teleamazonas