En medio de la tragedia, entre escombros y basura, algunos bares reabrieron sus puertas durante el fin de semana con buena afluencia
La vida nocturna volvió aAcapulco, Guerrero, tras el impacto del huracánOtisla madrugada del 25 de octubre de 2023; luces, músicos y baile empezaron a verse de nuevo en el puerto tras la devastación que dejó el ciclón.
Entre escombros, basura y avenidas semioscuras, losbaresque abrieron el fin de semana tuvieron buena afluencia.
Las luces y la música dieron cuenta del primer bar que abrió desde el viernes; el fin de semana el lugar estuvo lleno. Nmás intentó charlar con el encargado del lugar, pero se rehusó; minutos después, explicó la razón:
La envidia. Me van a hacer viral y al rato me van a echar a todos los de aquí, digo, ellos tuvieron la mala suerte de irles peor que a mí.
A pocos metros, el sábado abrió el segundo bar en la tarde, pero cerró al caer la noche porque no tiene luz.
Entre objetos caídos, sin techo y dos lámparas recargables, Sergio Godínez dijo que debe ponerse a trabajar y “escapar de la triste realidad” que vive el puerto.
Uno que se ha dedicado a esto toda la vida tiene que seguir comiendo, uno también tiene que seguir ayudando a las familias de los colaboradores que tenemos, el mundo no se va detener solo por esto.
Prestadores de servicios tratan de regresar a la normalidad
Y mientras la vida nocturna busca ponerse en pie, en la playa los prestadores de servicios turísticos también comenzaron a abrirse paso. Jorge, quien renta sombrillas, reanudó sus actividades el sábado.
Tenemos que seguir adelante, que esto no se detenga, para empezar ya empezamos a limpiar nuestra área que es aquí para que los demás compañeros se animen y vengan y también hagan lo mismo.
Los primeros turistas no se hicieron esperar; desde Puebla, Deyanira Medina viajó a Acapulco para apoyar a su familia que vive en el puerto y aprovecharon para ir a la playa.
Recorrimos varias playas tratando de entrar y no pudimos entrar a ninguna porque hay mucha basura, de casualidad caímos en esta y mis hijos desmotivados: no mamá cómo aquí, les dije vamos a limpiar, vamos a hacer bonito nuestro panorama.
Por su parte, Blas Pelcastre y su familia, oriundos de Ciudad de México, fueron a ver cómo quedó su casa y de paso a relajarse.
Aprovechamos para venir a ver la playa cómo está y está muy tranquilo, aprovechar para ayudar a las personas con despensas (…) La basura ahora sí que ya el mar se encargó de orillar, el mar está limpio.
En el día o en la noche y en medio de la tragedia, también expendios de comida y bebida empezaron a dar servicio. FUENTE: NMÁS