Toda actividad que realiza el ser humano produce desechos, pero la eliminación inadecuada de estos residuos puede tener graves consecuencias para la salud humana y el ambiente, por lo que es fundamental mejorar los métodos de manejo de residuos para proteger nuestro entorno.
La gestión de residuos enfrenta diversos desafíos, siendo uno de los principales la generación excesiva de desechos, muchos de los cuales son tóxicos y representan un riesgo para el ambiente y la salud pública. La gestión de los vertederos se ha vuelto complicada y seguimos dependiendo de tecnologías obsoletas para reducir y reciclar los desechos.
La eliminación de desechos es un proceso que consiste en destruir productos o sustancias no deseadas, tanto domésticas como agrícolas; este proceso implica recolectar, procesar y reciclar o depositar el material de desecho correctamente.
En la disposición de residuos, existen diversas opciones como la incineración, la descarga en cuerpos de agua, el reciclaje y el entierro en vertederos. Es importante tener en cuenta que los residuos pueden ser líquidos, sólidos o gaseosos, y cada tipo requiere un método específico de manejo y disposición.
En la mayoría de los vertederos, suele haber una falta de gestión adecuada de los residuos; esta situación provoca un aumento en la generación de lixiviados, es decir el líquido que se forma cuando los desechos se descomponen dentro del vertedero. Este líquido es extremadamente peligroso para el medio ambiente ya que puede provocar contaminación en el suelo, las aguas subterráneas y los ríos. Cuando se envían materiales como restos de comida a los vertederos, estos quedan cubiertos por otros tipos de basura; después, los residuos de alimentos se descomponen en un proceso anaeróbico, lo cual libera metano, este gas es considerado un potente causante del efecto invernadero, 25 veces más poderoso que el dióxido de carbono. Además, es importante tener en cuenta que el metano también es inflamable y representa un peligro en altas concentraciones.
La mayoría de las autoridades estatales y locales muestran una actitud débil en cuanto a la regulación de sustancias tóxicas; esto implica que es probable que muchos productos en su hogar contengan químicos tóxicos. De forma desafortunada, es posible que se utilice a diario varios productos con componentes tóxicos, como: Pinturas a base de disolvente, Pesticidas y otros productos químicos para el jardín, Baterías, Productos químicos para limpiar y pulir.
Es necesario tener cuidado con la forma en que desechamos los productos, ya que puede representar un riesgo para nuestra salud y el ambiente. Según un informe científico, se han identificado más de 60,000 sustancias químicas no probadas que utilizamos en nuestros hogares. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas para garantizar un manejo adecuado de estos productos y proteger así nuestro bienestar y el entorno en el que vivimos.
La mezcla de basura dificulta el proceso de reciclaje, ya que resulta complicado separarla en las instalaciones adecuadas.