El descubrimiento de los plásticos revolucionó la vida en la sociedad del mundo, su uso está en todas las actividades del ser humano: en el hogar, en la medicina, en la industria, en el transporte, en la alimentación, los vestidos etc. etc. Pero ahora los residuos plásticos causan grave daño a la naturaleza y al ser humano, ahogan nuestras vías fluviales, contaminan nuestros océanos, matan la vida silvestre y se infiltran en nuestra cadena alimentaria.
Los plásticos han tomado la Tierra; su creciente producción y uso amenazan con contaminar cada rincón del planeta, especialmente los mares, destino final de muchos de ellos, donde perjudican seriamente la salud de los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies que los pueblan.
Los desechos plásticos no solo amenazan los medios de vida de quienes dependen de los recursos marinos para trabajar, sino que pueden provocar una serie de problemas de salud para las personas que consumen pescados y mariscos infestados con micro plásticos tóxicos.
Aunque el uso de este material nos aporta una serie de ventajas, hay que ser conscientes de la importancia del reciclaje de plásticos. Esto se debe a que es uno de los materiales que más tiempo necesita para descomponerse, empleando entre 100 y 1.000 años para llegar a degradarse totalmente.
Los expertos aseguran que a nivel mundial cada 8 millones de toneladas de plástico acaban en el fondo marino, de estos residuos plásticos el 1% son cepillo de dientes desechados. En Ecuador se consumen más de 40 millones de cepillos dentales anualmente; si alineamos todos esos cepillos dentales desechados, podríamos unir las ciudades de Quito y Vancouver en Canadá. La gran mayoría de cepillos dentales que se consumen en el país son importados, la mayor parte de ellos vienen desde países asiáticos y europeos, por lo que además del desecho que dejan tras el uso; su transporte afecta al planeta con una fuerte huella de carbono debido a la alta contaminación generada por su envío.
En el año 2020 tres emprendedores latacungueños crean una empresa familiar con el fin de dar una solución a esta problemática. Es así como nacen los cepillos dentales SAUBER producto que tiene un sistema innovador de cabeza intercambiable que permite disminuir considerablemente la generación de desechos plásticos; una vez que las cerdas del cepillo dental se degastan, únicamente se deben reemplazar la cabeza del producto, logrando evitar más del 80% de desperdicios plásticos en cada cambio de cepillos ya que se reutiliza el mango del cepillo.
El mango de los cepillos Sauber pude ser utilizado a largo plazo, por lo que en cada reemplazo del cabezal se logra un aporte significativo para reducir el impacto que tenemos con nuestro planeta. Además, los materiales con los que se elaboran los cepillos Sauber son ciento por ciento reciclables.
Estas iniciativas son saludables para el planeta, la naturaleza y la sociedad, por lo mismo los gobiernos y la ciudadanía deben apoyar el esfuerzo de quienes emprenden estos proyectos que ayudan a combatir la contaminación.[I]