El 15 de noviembre la población mundial alcanzo 8.000 millones de personas, pues nos preguntamos podremos alimentar a toda la población que sigue creciendo, cuando todavía no podemos solucionar los problemas de salud, el cambio climático se extiende con mayor fuerza, los países libran guerras por el agua causadas por las sequias; pero lo más grave son los efectos del cambio del clima que es la mayor amenaza para la humanidad y para todas las especies que habitamos este planeta. Así las enfermedades infecciosas causadas por las inundaciones que afectan la calidad del agua y los hábitats donde bacterias y vectores peligrosos como los mosquitos pueden reproducirse y transmitir enfermedades a las personas, caso del dengue una dolorosa enfermedad viral transmitida por mosquitos que enferma a unos 100 millones de personas al año, La malaria que se expandió en las zonas montañosas de América Latina y en las tierras altas de África a medida que aumentaban las temperaturas durante el mismo período.
Las inundaciones también pueden propagar organismos transmitidos por el agua que causa hepatitis y enfermedades diarreicas, como el cólera, particularmente cuando un gran número de personas se ven desplazadas por desastres y viven en áreas con agua de mala calidad para beber o lavar. Mientras tanto, el calentamiento de los océanos puede matar los mariscos y cambiar las pesquerías de las que dependen las comunidades costeras en donde millones de personas se enfrentaran a la inseguridad alimentaria. El aumento de las temperaturas también afecta los suministros de agua dulce a través de la evaporación y la reducción de los glaciares de montaña y la capa de nieve que históricamente han mantenido el flujo de agua durante los meses de verano.
La contaminación del aire son los impulsores del cambio climático. El clima cálido y los gases de combustibles fósiles que calientan el planeta apoyan al ozono troposférico un componente clave del smog, causantes de las alergias, el asma y otros problemas respiratorios, así como las enfermedades cardiovasculares.
Los incendios forestales alimentados por paisajes cálidos y secos aumentan el riesgo para la salud debido a la contaminación del aire. El humo de los incendios forestales está cargado de partículas diminutas que pueden ingresar a los pulmones y causar problemas cardíacos y respiratorios. A menudo, las personas más vulnerables de estos países se enfrentan a los mayores daños del cambio climático sin contar con los recursos para proteger su salud y el ambiente. El crecimiento de la población puede profundizar estas perturbaciones dañinas.
La escasez de agua y la sequía tienen el potencial para desplazar a casi 700 millones de personas para 2030, según estimaciones de la ONU. Combinados con el crecimiento de la población y las crecientes necesidades energéticas, también pueden alimentar conflictos geopolíticos a medida que los países enfrentan escasez de alimentos y compiten por el agua.