Muchas especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios, y otros géneros del planeta están en declive, según un informe que pinta el panorama más sombrío sobre la destrucción de la vida silvestre. Muestra que la expansión e intensificación de la agricultura está ejerciendo presión sobre el 73% de las especies. El corte de árboles, los incendios, las especies invasoras, la explotación de los recursos naturales y el cambio climático son las otras amenazas principales.
A nivel mundial, el 49 % de las especies de aves han disminuido, una de cada ocho está amenazada de extinción y se ha confirmado o se sospecha que al menos 187 especies ya se han extinguido. La mayoría de estas fueron especies endémicas que viven en islas se están extinguiendo en grandes áreas de la tierra, particularmente en las regiones tropicales. Pero la desaparición de las aves del mundo advierte que las acciones humanas y la crisis climática provocan una disminución del 49 %, con una de cada ocho especies de aves en peligro de extinción; dado que las aves son el grupo mejor estudiado del planeta, nos facilita una idea del estado de la naturaleza en general.
Tenemos que detener estas disminuciones y comenzar a encaminarnos hacia la recuperación. El futuro humano, así como la biodiversidad depende de ello; pero si continuamos desentrañando el tejido de la vida, continuaremos poniendo en peligro nuestro propio futuro.
Las aves son la piedra angular de los ecosistemas saludables, por lo tanto, es probable que su desaparición tenga innumerables efectos secundarios negativos, hay aves que dispersan semillas en los bosques tropicales; los buitres y gallinazos eliminan los desechos orgánicos, mientras que las aves marinas ayudan en el ciclo de nutrientes entre el mar y la tierra, manteniendo saludables las playas y arrecifes.
Los incendios forestales ocupan un lugar más destacado en este informe, ya que han aumentado y devastado hábitats que antes no se habían visto afectados. La sucesión de olas de calor, sequías e inundaciones en los últimos años conducirá a la extinción generalizada de especies, si continúan las crisis de la naturaleza y el clima al mismo tiempo.
Cada vez hay más pruebas que relacionan la salud de las poblaciones de las especies con la salud humana. Covid-19 es una advertencia de lo que podría pasar si continuamos destruyendo el mundo natural, con el 70% de las enfermedades zoonóticas originadas en la vida silvestre.
Se trata de una oportunidad única en una década para crear una nueva legislación para abordar la crisis de la biodiversidad. Esto significa aumentar el número y la calidad de las áreas protegidas, conservar los hábitats restantes y restaurar aquellos que se han degradado. En Latacunga ha desaparecido el Curiquingue que siempre observábamos en el sector de Nintinacaso y el Niagara, igual el jambato que en la Av. Unidad Nacional, ya no se observa el guarro y el quilico bullicioso.