A esta generación que atraviesa por este momento de la historia, se le ha considerado como la más depredadora de todos los tiempos, pues ha destruido, quemado, devastado casi todo lo que encuentra a su paso, así bosques, agua, mares, especies animales no se han librado de su voracidad, al punto de llegar al exterminio de algunas de ellas; pero este fenómeno no solo ha ocurrido en el Ecuador sino en todo el planeta; por estas circunstancias la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 1972, viene realizando cumbres Mundiales, con asistencia de Jefes de Estado, científicos, especialistas en temas ambientales; el Ecuador ha participado en todos estos eventos, ha ofrecido muchos compromisos, pero no ha cumplido casi ninguno; se han establecido fechas, como el día mundial del ambiente, día de los humedales, día de la Tierra, etc,.
Para recordar y concientizar a los seres humanos que no abusen de los recursos de la naturaleza como suelos, agua ecosistemas, bosques, humedales, que brindan servicios ambientales para la humanidad, sin que lleguen al agotamiento. Sin embargo el Planeta se encuentra en una situación muy crítica en donde el 40% de la superficie ya está convertida en desierto, por otro lado se calcula que todos los años se pierden entre 18.000 y 55.000 especies; es un fenómeno equiparable al ocurrido en la época en que desaparecieron los dinosaurios y que los científicos han bautizado como la Sexta Extinción.
En efecto la tasa de extinción de especies y el cambio climático, el agotamiento del agua, llevará a una catástrofe ecológica mundial, por ello en este momento en varias partes del planeta, están ejecutando actividades de reforestación, reciclaje de aguas servidas, basura, plásticos y para no continuar en la rutina de concienciación, etapa ya agotada, hoy tenemos que actuar.
Siguiendo este esquema solamente reflexionemos que pasó con la riqueza de otras épocas en la Provincia de Manabí, en donde florecieron culturas que destacan la abundancia de su flora y fauna, pero ahora con un desierto que avanza inexorablemente; que, queda de la provincia verde de Esmeraldas, casi nada de bosque, qué hemos hecho con nuestra plataforma marítima, en otra hora el sustento pesquero para alimentar a la población ecuatoriana y parte del mundo, que estamos haciendo con el manejo de nuestros páramos el mayor y casi único productor de agua dulce para abastecer a las poblaciones, generar electricidad, regar los cultivos, manejar peces, utilizar en la industria.
Estas fechas son para recordar que disponemos de un patrimonio natural único, altamente vulnerable pues cualquier presión provocada por el impacto de la actividad humana, bastará para que se desplome todo lo que la naturaleza tardó millones de años para entregarnos y es nuestra obligación utilizar ordenadamente para evitar el agotamiento y de igual manera las generaciones futuras puedan compartir y disfrutar de estos bienes que manejados técnicamente tienen una duración indefinida.