Los insectos realizan funciones ecológicas vitales en el Planeta, sobre todo al actuar como potentes polinizadores; así, las tres cuartas partes de los cultivos alimentarios y cuatro de cada cinco plantas silvestres dependen de abejas, avispas, moscas, mariposas, polillas y escarabajos para reproducirse. Pero lamentablemente la mayoría de estos insectos están desapareciendo de los hábitats agrícolas y naturales. Entonces un apocalipsis se cierne sobre los insectos en todo el mundo, ya que legiones enteras de ellos están pereciendo por una serie de tensiones que van desde la agricultura intensiva hasta el cambio climático.
Un equipo de científicos decidió descubrir cómo, un clima cambiante y un uso intensivo de la tierra afectan la diversidad de insectos polinizadores a escala mundial. Los científicos examinaron más de 3200 especies de polinizadores de 179 lugares en varios hábitats, desde bosques hasta pastizales, tierras cultivadas y áreas urbanas y observaron como las abejas, moscas, escarabajos, mariposas y polillas responden de manera diferente a condiciones cada vez más cálidas y secas, los polinizadores tienden a homogeneizarse mejor en climas más cálidos a expensas de la diversidad, informan los científicos.
La importancia de los recursos forestales y los efectos negativos de la intensificación del uso de la tierra, las condiciones climáticas juegan un papel cada vez más significativo para el mantenimiento de la diversidad de polinizadores. Por ejemplo, la combinación de altas temperaturas y bajas precipitaciones afecta negativamente a la diversidad total de polinizadores, mientras que la riqueza de abejas en las zonas urbanas se vio afectada negativamente por temperaturas medias más altas. Sin embargo, es importante señalar que en campos que tienen proporciones más ricas de áreas boscosas, las comunidades de polinizadores más diversas pueden continuar prosperando, ya que los bosques consiguen amortiguar los efectos del calentamiento climático hasta ciertos límites.
Llegamos a la conclusión de que una gran proporción de la tierra boscosa podría servir como refugio para los insectos frente al cambio del clima. Es probable que esto se deba a que los bosques y los bordes de los bosques brindan condiciones naturales que amortiguan el calor extremo y la sequía, en comparación con los hábitats más influenciados por los humanos.
Para que los ecosistemas funcionen correctamente, se necesita una gran diversidad de polinizadores, porque muchas especies de plantas dependen de varios polinizadores. Sin embargo, la combinación del cambio climático en curso y el uso actual de la tierra solo permitirá que ciertas especies de polinizadores sobrevivan en diferentes tipos de hábitat.
En entornos urbanos donde las temperaturas son especialmente altas, reverdecer áreas más grandes puede garantizar que los insectos encuentren refugio seguro en pueblos y ciudades. Esto permitiría que más especies de abejas puedan vivir en áreas urbanas.
En nuestro país, el mal uso de los recursos naturales a futuro tendrá un alto riesgo de perder los insectos que tienen un alto valor para nuestra supervivencia, en esta línea el apocalipsis puede ser para la humanidad.