Varias opiniones surgen por parte de la ciudadanía al tratarse del servicio del taxismo en la provincia de Cotopaxi.
María Cuji, es madre de familia y las ocasiones que se moviliza la ruta tomada es de San Felipe al centro de la ciudad de Latacunga y viceversa. «Cuando me atraso del bus, espero que venga un taxi, hay personas que son amables pero otros no, cobran lo que ellos quieren, salgo hacer compras y los señores no se comiden a ayudar», sostuvo.
Segundo Mena, es una persona adulta mayor, cuando sus hijos no pueden acompañarle a sus chequeos médicos, debe obligatoriamente esperar un taxi, y sus expresiones se dirigen a la falta de ayuda a los usuarios como él, a los discapacitados y embarazadas. «Por coger a un pasajero, se estacionan donde quieren, al apuro hay que subirse, los señores no brindan garantía de servicio, les falta más relaciones humanas, aparte de eso utilizan el taxímetro cuando les interesa».
Por otro lado don Joaquín (nombre protegido) es un taxista de la ciudad de Latacunga, explica que si hay conductores que no expresan amabilidad al usuario, sin embargo, hay otros que son todo lo contrario y eso debe mejorar de manera personal. «Hacer conciencia que es de eso que vivimos». Lo que les preocupa como taxista es el incremento de unidades, según don Joaquín existe posible intereses entre dirigentes y autoridades. Otro problema que expone es la falta de control del transporte informal, utilizada sobre todo entre las rutas cantonales.
Hace el llamado a las autoridades a aplicar acciones en beneficio de toda la ciudadanía para mejorar el tránsito. Primicia Ec.[I]