Mgs. Eduardo Guerrero Guevara
La campaña electoral terminó, ahora viene lo serio para cumplir con los ofrecimientos que el nuevo gobierno prometió y los electores aceptaron para darle el voto. Se trata de poner en blanco y negro las promesas, claro que no será fácil; muchas ofertas se regirán a lo que ya se está haciendo y otras en cambio requiere incluirlas en el nuevo estilo de gobernanza que marcará los siguientes años.
El presidente electo y el presidente saliente acordaron hacer la transición de la administración del Estado, como así debe ser en toda nación; la importancia de esta acción se enmarca en las responsabilidades que tienen en la administración pública, puesto que deben responder a la confianza dada por los ciudadanos en la función ejecutiva.
La transición debe ser un proceso administrativo y político en la entrega de los bienes materiales e inmateriales confiados al gobierno saliente, trasfiriendo toda la información necesaria de manera transparente para que continúen las políticas de Estado de acuerdo al plan nacional de desarrollo y a las normas jurídicas vigentes.
El Estado es una comunidad social conformada por los ciudadanos como mandantes, cuyos derechos deben ser respetados; por lo que la democracia representativa es una forma de delegar funciones a autoridades que hagan un gobierno de acuerdo a necesidades y aspiraciones sentidas y reales; los nuevos mandatarios tienen la obligación de continuar con la planificación mejorándola y complementándola, mas no desviando para que responda a interés particulares.
El gobierno nacional saliente denominó su plan nacional de desarrollo 2017 – 2021 con el nombre de “Toda una Vida”, concretó tres ejes principales: derechos para todos durante toda una vida, economía al servicio de la sociedad y más sociedad, mejor Estado; que seguramente se tomaron aspectos del anterior mandatario; plan base para el proceso.
La información a entregarse debe contener la gestión tanto en el área social como en la económica, tomando en cuenta las prioridades que tiene el país para resolver los grandes problemas fruto de la pandemia, la recesión económica y la pobreza. Su aplicación mucho dependerá de la sensibilidad del equipo de nuevos ministros, encargados de la ejecución.
En síntesis, debe concretarse una transición responsable, ordenada y transparente. (O)