Las autoridades confirmaronel asesinato de 62 presos en las tres cárceles más grandes del país. Los amotinamientos ocurridos la mañana de este 23 de febrero responderían a un ajuste de cuentas entre las bandas criminales que se disputan el liderazgo y control de los centros penitenciarios: Los Pipos, Los Lobos, Los Lagartos, Los ChoneKillers y Los Choneros.Así lo ratificó en rueda de prensaEdmundo Moncayo, director del Servicio de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI).
Añadió que, según las investigaciones, ayer a las 22h00 hubo una alerta de que “Los Choneros” tenían un plan para atentar contra los líderes de otras bandas. El objetivo era vengar el asesinato de su líder, José Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, ocurrido hace dos meses, tras salir de prisión.
La reacción de los otros presos terminó con21 muertos en la Penitenciaria de Guayas, 8 en la Regional Latacunga y 33 en la cárcel de El Turi, Cuenca. Fue una acción concertada, pero se lograron contralar los conatos de violencia en los otros centros penitenciarios, dijo Moncayo.
Aunque no es la primera vez que ocurren estos hechos, sí es la más sangrienta,pues reportes extraoficiales y videos que circulan en redes dan cuenta de la crudeza: hay cuerpos desmembrados, decapitados e incluso a algunos les sacaron el corazón.En 2019 y 2020 las disputas al interior de las cárceles ya dejaron escenas de cuerpos calcinados y cientos de armas decomisadas. El gobierno declaró el estado de excepción en dos ocasiones, pero la situación es incontrolable.