En la antigua Grecia, se pensaba que un espíritu animal recorría las venas de los humanos, este fantasma actuaba principalmente en el cerebro, el corazón y el hígado; pero se rechazó esta clase de visión; posteriormente estudios científicos han detectado en el organismo humano la existencia de sustancias con efectos misteriosos: gases como el óxido nítrico, el monóxido de carbono el sulfuro de hidrógeno, controlan importantes procesos metabólicos en células y órganos del cuerpo. En este contexto el óxido nítrico, el monóxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno, se sintetizan enzimáticamente en el organismo y funcionan como mensajeros; éstas sustancias son solubles en agua y en lípidos, con lo que pueden atravesar con facilidad las membranas biológicas y alcanzar numerosas células; en concentraciones bajas, estos gases transmisores controlan la presión sanguínea, favorecen la liberación de otros transmisores y hormonas, también protegen a las células del estrés oxidativo; además, se hallan implicados en los procesos de aprendizaje y memoria. Los tres gases son extremadamente tóxicos en concentraciones elevadas, pueden dañar células sanas y causar apoplejías, migraña o epilepsia.
A los gases tóxicos anteriores se suman el dióxido de carbono, los hidrocarburos, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, benzopireno y dibenzopireno, estos dos últimos producidos por la quema de llantas en las protestas, que forman una niebla fotoquímica tóxica conocida como smog, la misma que es una condición ocasionada por la luz solar; pero son causantes de cáncer en diferentes partes del cuerpo.
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Según la OMS, ciudades como México, Santiago de Chile, Pekín, Paris, han tomado medidas urgentes para restringir el uso de automotores, la combustión de materiales, paralización de fuentes fijas industriales, quema de madera; las partículas finas se inhalan de manera fácil hacia los pulmones donde se pueden absorber en el torrente sanguíneo o permanecer arraigadas por períodos prolongados de tiempo produciendo quebranto pulmonar y ataques cardíacos. Otras maneras menos directas en que las personas están expuestas a los contaminantes del aire tóxico son: El consumo de productos alimenticios contaminados con sustancias tóxicas del aire, Consumo de agua contaminada, Contacto con el suelo, polvo o agua contaminados con estos gases. Los síntomas más comunes que se presentan en la salud humana a causa de la contaminación atmosférica son: Mareos, fuertes e intensos dolores de cabeza y si el aire contaminado se inhala en gran cantidad puede ocasionar la muerte. Además, el dióxido de carbono tiene una participación determinante en el calentamiento del planeta.[F]
Por. Luis Reinoso Garzón
