Desde siempre se ha afirmado que el perro es el mejor amigo del hombre. Héroes caninos han escrito páginas de la historia de la humanidad, que nunca se olvidarán. Algunos alcanzaron la categoría de SUPER HÉROES, y han marcado la vida de quienes fuimos sus fans. Los méritos sobran para que los peludos de 4 patas mantengan por siempre la distinción de ser nuestro mejor amigo.
Penosamente, el hombre no ha correspondido declarándose “el mejor amigo de su mejor amigo” en justa reciprocidad, aunque el cariño recibido ha sido incondicional. Aquél, nunca nos ha quitado su amistad, muy a pesar de los desaires, descuidos, maltratos o malos ratos que le hayamos causado. ¿Acaso tenemos otros amigos de quienes podamos decir lo mismo?
Mientras la vida avanza, la amistad se vuelve un tesoro necesario para darle sentido. Sentir que un ser vivo no deja de poner su mirada en nosotros, acompañándonos sin limitaciones, jugando o manteniendo una pose serena y sumisa, eleva nuestro espíritu y nos hace sentir bien. Los que tienen la suerte de apreciar esa amistad en cuatro patas, tienen una mejor calidad de vida y son mejores personas en el trato hacia los demás.
¿No sería justo, en reciprocidad con nuestro fiel amigo, extenderle la mano a un miembro de su especie que ande deambulando por ahí, en busca de quien quiera ser su mejor amigo?
Seguramente así nos pediría nuestro amigo perruno, si pudiese hablar. Pero tengan la certeza de que lo agradecería si lo hacemos. Entonces, si queremos tener un gesto de gratitud con él, brindemos un poquito de cariño a sus semejantes. Darles un poco de alimento, abrigo, cuidado, curarlos o protegerlos del peligro, sería un noble gesto de lealtad.
¡Seamos el mejor amigo del perro! GUAUG…[O]
Por: Alberto Salvador
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