A medida que pasa el tiempo, los avances tecnológicos van ganando espacio en el tiempo de toda persona, más aún en la niñez y juventud.
Pocas veces los padres conocen del uso que le dan a las redes sociales y otras alternativas que brinda el intenet. Cuestiones de tiempo aducen los adultos para no saber, sin embargo, esa «excusa» no exime de responsabilidades. Se debe brindar tiempo en calidad, no en cantidad.
El trabajo entre padres de familia, maestros y estudiantes es importante para arraigar la práctica en valores «que mucha falta hace a la sociedad».
En días anteriores recibí a mi WhatsApp un mensaje de una amiga, con preocupación me indicó que, en un cyber 12 niños con un vocabulario fuera del respeto hacian uso indiscriminado del internet, la pregunta que se hacía mi amiga era ¿No asistieron a clases? ¿Están esperando la hora para entrar a la jornada vespertina? ¿No tuvieron clases? Preguntas sin respuesta.
Estas situaciones pasan todos los días, pero, como padres de familia debemos conocer lo que haces nuestros hijos, el horario de ingreso y salida de los estudiantes, comunicación directa e inmediata entre docentes y padres de familia para la información que se genere en el trayecto del día, «hubo o no clases», conocer a sus compañeros, son algunos aspectos que mejorará la educación en la juventud y niñez.
Trabajemos en prácticas diarias que cultiven valores desde la familia como núcleo de la sociedad, la tecnología no debe ganar espacio en las responsabilidades que son netamente de los seres humano. [O]
Por: Lcda. Dayana Ortiz