Los residuos hospitalarios pueden producir contaminación y enfermedades si no se los maneja adecuadamente, así los residuos infecciosos, especialmente el corto punzante, presentan un riesgo para quienes puedan entrar en contacto con ellos. De acuerdo con las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de los casos de hepatitis y el 12% de los casos de VIH en el mundo se deben a la exposición en el ámbito de trabajo. Los hospitales generan residuos químicos, farmacéuticos, o de riesgo biológico, que requieren un manejo especial; por otra parte, en los hospitales también eliminan grandes cantidades de residuos comunes como envases, papel, comida, etc., que pueden llegar a representar alrededor del 80% de la corriente de residuos.
En muchos hospitales de países en desarrollo, estos residuos se mezclan y queman en incineradores de baja tecnología y alto grado de contaminación, o bien a cielo abierto sin ningún tipo de control; hoy en día se sabe que la incineración de residuos hospitalarios genera grandes cantidades de dioxinas, mercurio y otras sustancias altamente contaminantes. Si los desechos hospitalarios no se queman, pueden terminar descartados junto con los residuos comunes; los cartoneros enfrentan un peligro diario, especialmente en los países donde resulta posible revender algunos de los elementos presentes en los desechos.
Las consecuencias de estos impactos no sólo afectan a la salud humana sino también a la atmósfera, el suelo, a las aguas superficiales y subterráneas, a todo esto se suma el deterioro del paisaje natural y de los centros urbanos, debido a que tradicionalmente la prioridad de la Institución ha sido la atención al paciente, por algún tiempo se ha restado importancia a los problemas ambientales, creando en muchos casos, un círculo vicioso de enfermedades derivadas del manejo inadecuado de los residuos. Pero estos materiales se pueden reciclar mediante técnicas adecuadas y ello consiste en recuperar la materia prima para que pueda servir como insumo en la industria, sin embargo los utensilios de alimentación y productos descartables no tienen prueba concreta en reducir los índices de infección.
Los residuos hospitalarios suelen ser de tipo: Radiactivos Infecciosos o de riesgo biológico, farmacéutico, material patológico, reactivos, metales pesados, aceites usados; elementos o instrumentos que tienen contacto con materia orgánica, sangre o fluidos corporales del paciente, gasas, algodones, apósitos, aplicadores, vendajes, etc., que deben ser desechados en contenedores especiales de color rojo y funda roja para ser tratados mediante normas internacionales. [F]
Por: Luis Reinoso