Desde Educación, se desarrolla una estrategia nacional de prevención de la violencia. Instituciones educativas deben reportar y actuar ante situaciones de discriminación y xenofobia y garantizar la permanencia de estudiantes en el sistema educativo.
Ante los lamentables hechos de violencia ocurridos en la ciudad de Ibarra, el Ministerio de Educación ha dispuesto protocolos para que la comunidad educativa denuncie ante las autoridades competentes y los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) cualquier situación de discriminación, xenofobia o violencia en contra de niñas, niñas y adolescentes, que ocurra dentro o fuera de las instituciones educativas del país.
El ministro de Educación, Doctor Milton Luna Tamayo, anunció además que se ha dispuesto todo un operativo de protección para los niños, niñas y adolescentes venezolanos que estudian en la provincia de Imbabura; “… pero más allá de este problema coyuntural, estamos aprovechando para reforzar con estudiantes, profesores y padres de familia la importancia de hablar de solidaridad, convivencia pacífica y respeto a los derechos humanos, vengan de donde vengan” acotó el Ministro.
De igual manera, esta cartera de Estado, implementa metodologías de trabajo con estudiantes, familias y docentes para promover espacios de reflexión y de cultura de paz; a fin de construir relaciones de respeto, solidaridad y corresponsabilidad en la comunidad educativa.
Educación ratifica su postura de cero tolerancia ante la violencia, en cualquiera de sus formas, que vulnere la integridad, seguridad y el derecho a la educación de niñas, niñas y adolescentes, sin importar su condición étnica, de género o nacionalidad.
Se exhorta a la comunidad educativa a aunar esfuerzos para proteger y precautelar los derechos de las niñas, niños y adolescentes, así como a la sociedad ecuatoriana y medios de comunicación a no compartir mensajes que inciten al odio y la violencia. En este contexto es necesario aclarar que la violencia por razones de género no responde a una sola nacionalidad, ni son hechos aislados, sino el resultado de una estructura desigual que afecta principalmente a las mujeres. [I]